Con la aparición del canto popular, como parte de la música litúrgica, la cual fue una de las innovaciones resultantes a raíz del Concilio Vaticano II, se marcó un cambio en la tradición musical de la Iglesia.
Se cambió lo tradicional del canto gregoriano o las misas de Mozart y Beethoven, a la jarana de la guitarra, la dulce melancolía de la marimba, el ritmo contagioso de las maracas, y las melodías que usualmente se cantaban y bailaban en las fiestas populares.
Este cambio significó un aporte a la cultura autóctona y permitió que el pueblo participara de la alegría que debe caracterizar al auténtico cristiano.
En Nicaragua, la irrupción de música folclórica y popular en los templos marcó un giro drástico en la liturgia. En peculiar, con el nacimiento de la “Misa Campesina Nicaragüense” de Carlos Mejía Godoy.
Este álbum incorpora los ritmos del folklore nicaragüense, hace poesía del habla cotidiana, ensambla los elementos en los que se expresa la identidad y pinta los colores del paisaje de su tierra, evocando sus frutos, sus pájaros, sus peces, sus comidas, sus pueblos, sus bailes, sus apodos, sus tradiciones.
La Misa Campesina es un canto profético, un canto liberador, que está a favor de la justicia contra el opresor, anunciando al hombre nuevo, la nueva sociedad que se construirá con el amor a Dios y a los demás.
Cuarenta años después de su brillante creación, el “credo” de Carlos Mejía Godoy, es una de más conocidas en el mundo entero, especialmente por su carácter festivo y autentico, además de por su espíritu de protesta por parte de la izquierda internacional.
Gracias a ello, con ayuda y esfuerzo colectivo de la Embajada de Nicaragua y algunos artistas peruanos, se hará posible este 25 de enero del 2018, la presentación de la “Misa Campesina Nicaragüense” interpretada por el Ensamble de Instrumentos Tradicionales del Perú, con arreglos y dirección musical de Armando Becerra Málaga, con sonoridades andinas y en versión trilingüe: en castellano y dos lenguas amerindias: el quechua y el miskito, en representación de los pueblos originarios de Nuestra América.
La versión en quechua de la MISA CAMPESINA ha sido realizada por la joven soprano de Ayaviri, Edith Ramos, y será entonada junto con ella en las voces de Magali Luque, Consuelo Jerí, Leo Casas Ballón y Marcela Pérez Silva.
Además de ello, gracias a la especial invitación del Presidente nicaragüense, Daniel Ortega, la gala del 25 de enero en el Teatro Municipal contará, además con la presencia de Carlos Mejía Godoy.
Este evento se llevará a cabo a las 8 p.m. en el Teatro Municipal de Lima: Jr. Ica 377.
La entrada es libre, se encuentran todos invitados.