En el marco de los 71 años de existencia de la Escuela Profesional de Comunicación Social de la UNMSM, seis de sus docentes fueron homenajeados por toda una vida entregada a su profesión en su alma mater San Marcos.
¿Quién podría cuestionar su lealtad con San Marcos a Ricardo Falla, Fernando Parodi, Atilio Bonilla, Juan Gargurevich, Óscar Pacheco y Pedro Lovatón? Creo que nadie, menos en la citada escuela, pues —como al final todo se sabe— fueron los estudiantes, en complicidad con la directora Carolina Albornoz, quienes organizaron y sacaron adelante este evento de justicia académica.
En la ceremonia, hubo contagiante alegría y hasta justificadas lágrimas durante las semblanzas que cada estudiante leyó para testimoniar el afecto y admiración por sus profesores favoritos, quienes les enseñaron a no desmayar, a ser conscientes de estar en una universidad pública, a andar a la brega pese a disponer de pocos equipos, a dar lo mejor de sí, ya que el mercado laboral es muy competitivo.
La pasión de cada profesor
Los que hoy recibieron el reconocimiento público alcanzaron notoriedad en lo que es su verdadera vocación: Juan Gargurevich, historiador del periodismo; Atilio Bonilla, apasionado del cine social; Ricardo Falla, comunicador y defensor del habla culta; Fernando Parodi, predestinado en audiovisuales; Óscar Pacheco, apasionado de la fotografía como instrumento social, y Pedro Lovatón, un sociólogo comunicador.
No son los únicos que merecen o merecieron el aplauso estudiantil; en su momento, dos referentes mayores, Manuel Jesús Orbegozo y César Lévano, lo recibieron apoteósicamente, pero hubo otros docentes que dejaron las aulas sanmarquinas sin mayor reconocimiento, como Jorge Hani, Carlos Parra, Winston Orrillo, Gabriel Niezen, entre otros.
Solo terminaré citando lo que dijo el profesor Parodi, quien ejerció la docencia desde 1981: “Fueron los estudiantes quienes nos trajeron y son los estudiantes quienes hoy nos despiden”.
Fuente: UNMSM