La doctora Guissela Gonzales Fernández presentó su libro Cartografía de la poesía surandina de los ochentas: entre el canon y la disensión, en una ceremonia que tuvo lugar en el auditorio principal José Antonio Russo Delgado, de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas.

Durante esta actividad, la autora explicó el aporte de su investigación a la literatura en el Perú. “Una de las propuestas de este libro es que, en la década de los ochenta, la renovación verdadera viene del sur, desde mi punto de vista, partiendo de los planteamientos de Antonio Cornejo Polar y de lo que él veía -a partir de la obra del poeta Pedro Escribano- como una posibilidad de renovación, en un momento en que percibía que la joven poesía estaba en crisis en Lima”, apuntó.

Agregó que es importante que los alumnos sanmarquinos dirijan su mirada hacia otros lugares del Perú, como ya lo vienen haciendo, para tener una visión “más completa y verdadera de la literatura peruana”.

“Ojalá este trabajo sea un punto de partida que anime a otros investigadores a seguir indagando sobre estas literaturas que responden a procesos diferentes y que no han sido tan abordadas por la crítica académica”, manifestó.

En la presentación participaron Carlos García-Bedoya, Yolanda Westphalen, Alfredo Herrera y Sergio Luján, con Agustín Prado como moderador.

“Guissela ha sido muy analítica y ha podido mostrar cómo se configura este espacio literario del sur andino, a partir de un conjunto de factores. Ella lo define desde una perspectiva tensional. Eso para mí es un primer gran aporte que puede servir de modelo para otros estudios de literaturas regionales”, enfatizó Carlos García-Bedoya.
Westphalen resaltó la idea de cartografía como representación simbólica del espacio, tanto geográfico, como étnico, cultural y poético. “Es interesante que la autora no construye un sur homogéneo, ni entre regiones ni al interior de cada una de ellas, sino que muestra las relaciones contradictorias a través de las cuales se han forjado los vínculos históricos entre los espacios analizados”, subrayó.

En tanto, Alfredo Herrera, indicó que “el centralismo con el que se ha construido nuestro país también ha afectado a la cultura y, en particular, a la literatura”.

“La literatura surandina no ha recorrido un camino paralelo ni opuesto al de Lima, no tiene otro objetivo que el que manda la magia y la creación, el sentimiento y la memoria; es cierto que resiste, pero también renueva, propone e incomoda”, consideró.

Agustín Prado recordó que gracias a Guissela Gonzales pudo leer desde otra perspectiva la poesía peruana, diferente de una visión limeñocéntrica.

Sergio Luján valoró la contribución de este libro para los estudios literarios peruanos y latinoamericanos. También recordó la trayectoria de la autora, quien aborda la poesía del sur del país en diferentes investigaciones.