La FLCH inauguró las jornadas “Alfredo Bryce Echenique: las poéticas de la oralidad, la ironía y la memoria”, donde también se realizó la entrega del manuscrito de Un mundo para Julius al director del Instituto Cervantes.

La Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos realizó un homenaje al escritor Alfredo Bryce Echenique, a 55 años de la publicación de Un mundo para Julius y 25 de No me esperen en abril.

Ello en el marco de las Jornadas Internacionales Alfredo Bryce Echenique: las poéticas de la oralidad, la ironía y la memoria, evento académico organizado por la Escuela y el Departamento de Literatura, para los días 13 y 14 de noviembre.

En la inauguración de estas jornadas participó el autor Alfredo Bryce Echenique, el decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Marcel Velázquez, así como el director de la Escuela y Departamento de Literatura, Américo Mudarra, y los docentes sanmarquinos Agustín Prado Alvarado y Carlos Arámbulo, presidentes de la organización de este encuentro académico.

Las jornadas reúnen también a personalidades como Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, quien recibirá el manuscrito Un mundo para Julius que el profesor Ángel Esteban encontró en el departamento de Julio Ramón Ribeyro en París.

Tras la inauguración, tuvo lugar la entrega del manuscrito de Un mundo para Julius al Instituto Cervantes. En esta ceremonia participaron el director de la institución, Luis García Montero y el doctor Ángel Esteban, de la Universidad de Granada, con Bryce Echenique como testigo de honor. Se trata de un manuscrito hallado por Ángel Esteban en la casa de Julio Ramón Ribeyro.

“Realmente no lo sé, por qué le daría yo a Julio Ramón mis manuscritos, no me puedo imaginar, pero sí Julio Ramón fue mi mentor literario desde el primer día, cuando yo le entregué la copia a máquina todavía no publicada, por supuesto, de Huerto cerrado”, recordó el escritor.

Añadió que su relación con Ribeyro era “una conversación eterna de literatura que se agudizaba los domingos en que nos reuníamos a almorzar en su casa y, generalmente, después de almuerzo nos quedábamos solos y nos leíamos manuscritos”.

“Esta fue mi formación desde el primer día en la literatura. Mario Vargas Llosa, por ejemplo, casi se muere cuando yo perdí el manuscrito de Huerto cerrado: “Pero ¿cómo has podido perder eso?”. Y yo le tenía que dar paños húmedos y de todo porque se estaba deshaciendo el pobre Mario y el libro era mío, no era suyo. En fin. Así fui aprendiendo lo que es la literatura y la conservación, por eso tengo tanto respeto a esta conservación del Instituto Cervantes y espero que en esas cajas estén mis libros y no unos de Mario Vargas Llosa, de Julio Ramón Ribeyro. Me parece que yo mis manuscritos los entregaba a todos, a sabe Dios quién”, recordó.

“Los cuentos, novelas, memorias y artículos de Alfredo Bryce Echenique han registrado a uno de los grupos de la sociedad peruana: la burguesía, retratada con ironía en sus costumbres desde la voz de la oralidad y el humor que ha permitido la complicidad con los lectores de diferentes generaciones del Perú y de Iberoamérica”, sostuvo el docente Agustín Prado, organizador de las jornadas junto al profesor Carlos Arámbulo.

“Novelas como Un mundo para Julius, que cumple 55 años, o No me esperen en abril, que alcanza los 25 años de edición, son libros con los que se hace necesario dialogar desde la crítica literaria y desde San Marcos, alma máter de Bryce, universidad que le enseñó las complejas realidades del Perú”, añadió Arámbulo.

La clausura del evento tendrá lugar el día jueves 14 de noviembre, tras las participaciones de Alfredo Bryce Echenique, Luis García Montero, Daniel Titinger Alonso Cueto, Fernando Ampuero, Abelardo Sánchez León y César Ferreira.